A unos cientos de metros de las nuevas esclusas, se puede apreciar la infraestructura que cuenta historia de alcance mundial. Una historia cuyos orígenes vienen desde cinco siglos atrás, cuando Vasco Núñez de Balboa cruzó el Istmo de Panamá en 1513, descubriendo que solo una estrecha franja de tierra separaba el Atlántico de un nuevo océano hasta entonces desconocido. El emperador Carlos V pidió a los conquistadores españoles buscar la forma de juntar ambos mares”.
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La idea de construir un canal en el área de Centroamérica surgió de la cabeza del científico alemán Alexander von Humbolt y fue en 1839 cuando se dio el primer paso para que dicha idea se hiciera realidad, con la concesión por parte de la República de Nueva Granada (actual Colombia) a una empresa francesa para que estructurara las comunicaciones entre la Ciudad de Panamá y la costa atlántica. Sin embargo, la dificultad del proyecto hizo que cayera en el desinterés del gobierno francés. Así, el proyecto estuvo en el aire durante varias décadas en las que sólo se realizaron algunos estudios y se elaboraron mapas.
Fracaso Francés
En la segunda mitad del siglo XIX, Ferdinand de Lesseps, que se había hecho famoso por la construcción del Canal de Suez, en Egipto, lideró el proyecto francés para acometer el de Panamá. Sin embargo, su primer gran error fue pretender la apertura de la vía acuática a nivel del mar como en Suez. El segundo, minusvalorar las dificultades del terreno: lluvias torrenciales, calor, geología adversa, jungla, pantanos, montañas y, además, enfermedades endémicas como la malaria y la fiebre amarilla, que provocaron miles de muertos.
El proyecto de canal francés supuso un esfuerzo titánico desde la primera palada en enero de 1880 hasta su abandono en 1899, en medio de un escándalo financiero por las pérdidas sufridas que llevaron a la compañía promotora a la bancarrota, arruinando a miles de ahorradores.
El Proyecto Estadounidense
Tras apoyar la independencia de Panamá de Colombia, proclamada en noviembre de 1903, ambos países firmaron un acuerdo por el que obtenía la cesión del canal a perpetuidad. Estados Unidos llevó a cabo entre 1904 y 1914 la construcción del Canal de Panamá. A diferencia de los franceses el país norteño optó por construir una presa para crear un lago artificial al que se accedía a través de esclusas tanto en el Pacífico como en el Atlántico. Igualmente, invirtieron en avances médicos, lo que permitió descubrir que la malaria y la fiebre amarilla, que en el proyecto francés arrebató la vida de miles de personas, eran transmitidas por las picaduras de mosquitos, permitiendo el saneamiento de todas las áreas, incluyendo la Ciudades de Panamá y Colón. Así mismo, unieron los progresos técnicos en diseño y maquinaria nunca antes vistos en el mundo.
Tercer Juego de Esclusas
Hoy en día el Canal ampliado, cuenta con un tercer juego de esclusas, que permite a barcos mucho más grandes cruzar por el istmo. La obra más grande e importante del siglo XXI hasta la fecha, cuenta con esclusas del tamaño de casi cuatro campos de fútbol para albergar lo barcos Post-Panamax, multiplicando el tonelaje que pasa por el Canal y aumentando el aporte económico al gobierno de Panamá
Desarrollo Económico
Desde que Panamá tomó control absoluto del Canal de Panamá, ha podido experimentar un desarrollo económico como pocos países en el mundo, gracias a los aportes que realiza la obra y que superan por mucho lo que recibía el país cuando estaba en manos Estadounidenses llegando a entregar hasta 2,889 millones de dólares al gobierno panameño.
Ya son 107 años de la construcción de la ruta acuática a través de nuestro país, y sigue siendo uno de los logros humanos más grandes de todos los tiempos. Un sueño que tardó 400 años en concretar los 80.5 kilómetros de extensión. Ninguna estadística sobre tonelajes o peajes puede transmitir la grandeza de lo que se realizó: un camino entre dos mares, la creación del Canal de Panamá.
