Inicio Historia y Cultura Las Tablas, un Pueblo con Historia Increíble, Festividades Memorables y Personajes Ilustres

Las Tablas, un Pueblo con Historia Increíble, Festividades Memorables y Personajes Ilustres

Las Tablas fue fundada el 19 de julio de 1671, por un grupo de españoles que vivían en la ciudad de Nuestra Señora de la Asunción de Panamá.

Forzados a huir tras el saqueo de esta ciudad por el pirata inglés Henry Morgan. Según relatos orales pasados de generación en generación, en su curso de viaje un viento recio empujó el navío en el que viajaban hacia las costas de la actual provincia de Los Santos. Ante este desenlace y dado el mal estado del barco, los españoles decidieron desembarcar en la costa e ir en busca de poblados cercanos. Al estar en la faena de desembarco, por accidente una imagen de oro de la Virgen María, del tamaño de una persona, cayó a las aguas del río. Al ver el alboroto formado a causa de del incidente, el cacique de la tribu que vivía a orilla del río se tiró al agua con intención de recuperarla, pero el gesto fue en vano y terminó por costarle la vida. En honor a este acto heroico, los españoles llamaron al río Mensabé (de Mensabi).

Dos Relatos Diferentes: Una Increíble y Otra Lógica

Hasta este punto, todas las leyendas e historia coinciden. Sin embargo, de aquí en adelante, hay dos versiones populares que difieren sobre el origen del pueblo de Las Tablas.

La primera (y más popular) está estrechamente relacionada con su patrona: Santa Librada. Se contaba que los recién llegados se dirigieron hacia el centro de lo que hoy es la península de Azuero en busca de algún poblado español; en el camino se toparon con unas rocas y en el centro de estas rocas se observaba la imagen de una santa. Admirados, los españoles cayeron de rodillas ante la sublime aparición y reconocen que la bella estatua de piedra era de la joven mártir Santa Librada.  Los españoles se llevaron la imagen para su campamento, pero desapareció. Horrorizados, la buscaron por todas las áreas cercanas al campamento; pero no aparecía. Días después la volvieron a encontrar justo donde la habían encontrado la primera vez. Una y otra vez la llevaron al campamento, y una y otra vez la imagen regresaba al montículo de piedra. Ante esto, los españoles entendieron que la santa quería que se establecieran en esa zona. Sin embargo, los españoles se resistían a mudarse, ya que gran parte del terreno era una zona que se tornaba pantanosa en los meses de lluvia. Pero ante la insistencia de la imagen de Santa Librada por estar en esa zona, accedieron a mudar su campamento.

La segunda leyenda está relacionada con el hecho de que las primeras casas que se construyeron fueron hechas con las tablas que resultaron del desmantelamiento del navío encallado, y por mofa de los lugareños que decían «Vamos para las casas de las tablas”. Esta versión tiene, sin duda, su propia lógica, característica del modo en que usualmente hablan las personas.

Nace la Rivalidad entre Calle Arriba y Calle Abajo

Cuenta la historia que los españoles que encallaron en las costas de Los Santos llegaron al caserío conocido como La Ermita de la Santa Cruz, donde existía un altar; y se veneraba La Santa Cruz, la Divina Pastora y San Isidro Labrador. Los nuevos habitantes construyeron sus casas con las tablas de las naves donde se habían embarcado (de allí el nombre de Las Tablas); y como agradecimiento a la Santa que traían consigo prometieron colocarla en la primera capilla que encontraran. Aquí nace la rivalidad, pues los devotos de la Santa Cruz y primeros colonos se negaron a recibir a la santa en el altar.

Desde ese entonces inició una pequeña rivalidad entre los devotos de Santa Librada y los de la Santa Cruz. Sin embargo, con el pasar del tiempo el pueblo toma como patrona a Santa Librada.


A pesar de que se pusieron de acuerdo en su devoción católica las pugnas siguieron como una tradición. Por órdenes de las autoridades religiosas de aquella época, se decidió cambiar la fecha de estas pugnas de tunas o estudiantinas que sucedían durante las patronales a los días antes de la cuaresma, siendo el inicio de la historia que hoy se conoce como el carnaval tableño.

El Legado del Tercer Presidente de Panamá

Belisario Porras nació el 27 de noviembre de 1856, fue un abogado, escritor, educador, poeta, político, periodista, diplomático, así como padre de 13 hijos. Fue el presidente de Panamá en los periodos: 1912 a 1916, 1918 a 1920 y 1920 a 1924.

El trabajo incansable y su ejemplo como ciudadano inspiró para la creación del Museo Belisario Porras en el centro de Las Tablas, frente al parque con el mismo nombre, y dedicado enteramente al tercer presidente de Panamá. En esta antigua residencia nació el Presidente Porras y fue donde sus abuelos vivieron.

Declarado Monumento Histórico Nacional, desde la entrada del museo se encuentra un busto dedicado a este ilustre panameño. Sin embargo, adentro, todo el museo está en un gran salón, y su contenido es amplio en historia, ya que ha sido parte del desarrollo del país. Entre las cosas que se pueden encontrar están la banda presidencial que uso en sus 3 presidencias, diplomas, condecoraciones, un telégrafo de batería, fotografías de sus obras, algunos de sus muebles, y objetos personales entre otras cosas.

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