Para ser un pueblo pequeño de playa, Santa Catalina tiene mucho que ofrecer en la gastronomía. Con más de 20 lugares para cenar, es seguro que cualquier Visitante encontrará algo que le encante y definitivamente ante tantas opciones, siempre habrá un platillo nuevo por descubrir.
De Pueblo de Pescadores a Destino Turístico Internacional
Alguna vez un pequeño pueblo de pescadores con relativamente pocos visitantes, hoy en día Santa Catalina se ha convertido en un destino de “surf” de renombre mundial para profesionales y principiantes por igual. Ubicada en la costa del Pacífico de la provincia de Veraguas, Santa Catalina es el lugar ideal para quienes les gusta el “surf”.
Surfistas experimentados se pueden observar en la playa de arena negra de Playa Santa Catalina, donde se encuentran olas poderosas que pueden superar los nueve metros. Punta Brava es otra visita obligada, que tiene rompientes fuertes y grandes tubos. Los “surfers” principiantes van a Playa Estero, donde las olas son más pequeñas. También se encuentran escuelas de “surf” para alquilar tablas o tomar clases.
Sin embargo, ya sea un “surfer” experimentado o principiante, al final de una gran jornada en las olas, ambos terminan disfrutando de la amplia oferta gastronómica que ofrece este destino Veragüense.
Gastronomía Relajante y Llena de Sabor
Si las grandes olas en este pueblo de playa son un desafío para cada Visitante, escoger donde comer es todo lo contrario, ya que es relajado y accesible, sin importar los gustos o el presupuesto.
En Santa Catalina la mayoría de los restaurantes son al aire libre, aprovechando la brisa del mar y el aire puro. Los Visitantes se sorprenden con la amplia variedad de comida tanto en los estilos como en su procedencia. Los tipos de restaurantes que más se encuentran son las pastas italianas, bistecs argentinos, pizza italianas y auténtica comida panameña.
¿Dónde se Encuentran los Restaurantes?
Muchos restaurantes se encuentran a lo largo de la calle principal de Santa Catalina, sin embargo, la mayoría están apostados a lo largo del camino de tierra hacia la playa El Estero y los caminos que se desvían hacia el mar.
Pocos restaurantes abren todo el día, esto se debe a que abren en horarios específicos. Para el desayuno, muchos abren sólo en horas de la mañana, cierran y abren más tarde para el almuerzo.
En la noche todo cambia, ya que los Visitantes que pasaron el día “surfeando” o descubriendo las maravillas naturales de Coiba y sus alrededores regresan al pueblo hambrientos y con ganas de contar sus anécdotas. Por esa razón, la mayoría de los restaurantes abren para la cena alrededor de las 7:00 pm.
En la Noche: Cuando Más se Disfruta de la Gastronomía
En Santa Catalina, la noche es con frecuencia una combinación de cena y evento social. Los Visitantes se reúnen para compartir experiencias en los viajes de “surf”, buceo y pesca del día.
El primer lugar que recomiendan conocer es el restaurante Pescao, ubicado frente al mar. Aquí se puede disfrutar el estilo tropical gourmet con ingredientes frescos de temporada, así como la comida tradicional panameña llena de influencias caribeña, europeas y norteamericanas. Perfecto para veladas en pareja o grupo de amistades.
Otro de los lugares favoritos para la tertulia y la conversación es la tienda Pizzeria Jamming, donde se hacen deliciosas pizzas en horno de ladrillo acompañadas de una cerveza panameña bien fría.
Sin embargo, si está buscando comida panameña de alta calidad, Donde Viancka’s es una excelente opción en especial si se gusta de los mariscos frescos, y es de los pocos restaurantes que se mantiene abierto la mayor parte del día. Es un gran lugar para sentarse y pasar una noche relajada.
Si se busca un corte de carne generoso y delicioso, el Visitante puede ir a un restaurante argentino que se encuentra camino a Playa Estero. Sus carnes y hamburguesas son sumamente recomendadas. Y si un día se desea una buena pizza hay una pizzería administrada por David y Sylvia, hermanos italianos que se encargan de asegurar que cada Visitante pruebe auténticos platos de pasta italiana.
Santa Catalina, es más que olas y naturaleza exuberante, es vida social vibrante que se comparte con delicias culinarias de Panamá y el mundo.
