El desarrollo integral del turismo panameño requiere de acciones justas y participativas, así como de líderes conscientes que las promuevan. Razones de peso para que nuestra Invitada Especial en esta edición sea una líder cívica con un compromiso social y abogada de profesión con un enfoque en la equidad de género y el fortalecimiento de la democracia. Actualmente, es Presidenta de la Asociación de Ejecutivos de Empresa (APEDE) y socia del Buffet de Abogados De Sanctis, donde es consultora en planes de ordenamiento territorial. Giulia De Sanctis comparte una entrevista exclusiva para The Visitor – El Visitante, donde brinda su visión del turismo y como se puede perfilar hacia un desarrollo sostenible.

Usted es hija de emigrantes y sabe la importancia que han tenido las personas de otras partes del mundo en Panamá. ¿Qué tiene Panamá que la hace diferente y única de otros países?
“Panamá no solo es única por su diversidad territorial, sino sobre todo cultural, justamente por la confluencia de tantos inmigrantes, marcada por su posición geográfica. Ha sido históricamente un cruce de caminos, donde convergen personas de todos los países del mundo, lo cual ha creado una identidad propia muy particular, de la que nos sentimos orgullosos. Su posición estratégica como puente entre las Américas y su canal interoceánico le dan una importancia global. Pero más allá de eso, es el calor humano, la resiliencia de su gente, la mezcla vibrante de culturas, y su rica biodiversidad lo que hace de Panamá un país distinto. Aquí, la convivencia entre tradiciones indígenas, afrodescendientes, europeas y asiáticas ha creado una sociedad plural, con un carácter abierto, alegre y hospitalario que resulta especialmente atractivo para quienes nos visitan.”
Para que el turismo se desarrolle de forma integral se necesita que la economía crezca y que ésta llegue a todos. ¿Cómo podemos lograr este empuje y lograr el real desarrollo en la industria turística?
“El turismo integral se logra con planificación, inclusión y sostenibilidad. Creemos que se debe promover el turismo como motor económico, pero articulado con el desarrollo local y comunitario. Eso implica inversión en infraestructura, formación profesional en las comunidades, acceso al financiamiento para emprendedores turísticos, y políticas públicas que incentiven la colaboración entre el sector público, privado y la sociedad civil. Además, debemos descentralizar el turismo: no todo debe concentrarse en la capital o en las zonas ya desarrolladas. Es clave empoderar a las comunidades para que sean protagonistas del turismo y se beneficien directamente de él.”

Para desarrollar el turismo en Panamá es importante contar con planes de ordenamiento territorial en las distintas regiones. ¿Qué consejos puede ofrecernos para lograr que estos reordenamientos se puedan realizar en los destinos con vocación turística?
“El ordenamiento territorial debe entenderse como una herramienta esencial para el desarrollo sostenible. Los Planes de Ordenamiento que logró aprobar la administración pasada fueron los de Bocas del Toro, Taboga y Soná, pero por la intervención de intereses creados de algunos actores no se logró en Boquete, Tierras Altas y Pedasí. Es una lástima, pues la ausencia de estos planes propicia el desorden y la especulación inmobiliaria en perjuicio de la comunidad. En este sentido, creo que la autoridad debe impulsar los planes no aprobados, los cuales se elaboraron y están a disposición y para ello, generar una discusión entre los gobiernos locales, las autoridades ambientales, el sector turístico y las comunidades, para analizarlos y poder llegar a un acuerdo en beneficio de todos. Es fundamental que los planes de ordenamiento sean participativos, integradores y vinculantes, con visión de largo plazo y por supuesto, requieren de una voluntad política con visión estratégica. Si no planificamos hoy, mañana enfrentaremos conflictos por el uso del suelo, degradación ambiental y pérdida de atractivo turístico.
¿Cómo el turismo puede convertirse en un acelerador de oportunidades y riqueza para miles de personas que buscan una oportunidad laboral?
“El turismo es una de las industrias con mayor capacidad de generar empleo, tanto directo como indirecto, especialmente para jóvenes, mujeres y comunidades rurales. Para que realmente sea un acelerador de oportunidades, es crucial apostar por la educación técnica y profesional en hotelería, gastronomía, idiomas y gestión turística. En este sentido el Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE ) está haciendo una labor excelente con el apoyo y coordinación del sector privado.
Hay que fomentar el turismo comunitario, que permite que las personas generen ingresos sin tener que migrar a las ciudades. Además, las cadenas de valor del turismo —artesanía, agricultura, transporte, servicios— deben fortalecerse para que más sectores se integren al desarrollo turístico. Un turismo bien gestionado es una fuente sostenible de ingresos, dignidad y crecimiento económico.”

¿Cuál área de Panamá (sin contar la Capital) usted le ve un enorme potencial para convertirse en un destino turístico de primer nivel?
“La provincia de Veraguas, y en particular el Golfo de Montijo y Santa Catalina, tiene un enorme potencial. Ofrece una combinación única de naturaleza, cultura, aventura y biodiversidad marina. El acceso a Parque Nacional Coiba, un patrimonio natural mundial, es una joya por descubrir aún a gran escala. Con inversión en infraestructura sostenible, promoción adecuada y participación comunitaria, Veraguas podría posicionarse como un destino de ecoturismo y turismo marino de clase mundial. Otro destino con gran potencial es la Comarca Guna Yala, cuyo modelo de autogestión comunitaria ofrece un ejemplo valioso de turismo sostenible y respetuoso de las culturas originarias. La provincia de Chiriqui, la cual ya tiene un gran desarrollo turístico reconocido, en Boquete, Tierras Altas, Boca Chica y todas sus playas, puede profundizar su atractivo turístico, con la inversión adecuada