El ritmo de vida al que la mayoría de las personas están sometidas hace que muchas veces sintamos que nuestra mente no puede más. El estrés y los nervios juegan a menudo muy malas pasadas, y es importante desconectarse para recuperar las fuerzas, tanto a nivel físico como mental.
El turismo es muy beneficioso para las personas porque aparte de contribuir en la desconexión de la rutina diaria, también aporta conocimiento, ya que el objetivo primario reside en las ganas de conocer nuevos destinos y culturas.
Hay un turismo que destaca por sus beneficios sobre la salud de las personas: el rural. En términos generales, este tipo de actividad permite que las personas estén en contacto directo con la naturaleza, aumentando la felicidad, ya que lo único por lo que se debe preocupar el Visitante es en practicar la relajación. Igualmente, se pueden hacer muchas actividades desestresantes tales como escalar, senderismo, pesca, cultivo de vegetales, cuidados de animales y granjas, entre otros.
Disminuye el Estrés
El primer beneficio de esta actividad turística está en la disminución del estrés causado por la ciudad y las obligaciones diarias. Cuando se va de paseo a la campiña, el visitante le dice adiós a su trabajo y los tranques por unos días y disfruta de la tranquilidad y la paz de los lugares rurales. Este hecho se convertirá en un factor esencial para mejorar la calidad de sueño y en consecuencia el descanso. También, disfrutar de cosas sencillas como caminar por el bosque, descubrir rincones o recostarse a mirar las estrellas son actividades que relajan la mente, el cuerpo y el espíritu.
Mejora la Alimentación
Otro beneficio es que el medio natural incita a mejorar la alimentación apostando por aquellos productos propios de la dieta mediterránea, como pueden ser, las frutas y las verduras. Igualmente, los productos cárnicos son más frescos y orgánicos, lo que ayuda a la mejoría de las funciones del cuerpo y apoya la buena salud.
Potencia la Mentalidad Positiva
Un entorno como el de los pueblos del interior o los indígenas están repletos de espacios naturales y zonas de agua como ríos y arroyos, invitando a hacer ejercicio y aumentar la actividad física, lo que tiene efectos directos en el pensamiento positivo. El cerebro produce endorfinas, que hacen sentir bien y animan a seguir realizando actividades.
Mejora la Autoestima
Atreverse a hacer cosas diferentes, como participar en actividades de aventura (“zipline”, “rapelling”, montar a caballo, etc.) o detenerse a admirar el paisaje desde un mirador, mejora lo que cada persona piensa de si mismo, sólo por el hecho de haber dado el paso. Esta mejora de la autoestima lleva a explorar el potencial personal, ayudando a tener una mejor salud mental.
Conecta con la Naturaleza
El turismo rural lleva al Visitante por espacios de gran riqueza natural, lugares que conservan todo su encanto desde hace mucho tiempo. Aunque muchas personas se han acostumbrado a vivir en ciudades, lo cierto es que la mente pide pasar tiempo en este tipo de espacios porque es donde nos sentimos bien de verdad. Por eso, cuando se participa en actividades como montar en bicicleta por algún sendero, recarga las baterías, como si el cuerpo y la mente hubieran recibido la energía que habían perdido con el paso del tiempo.
Ejercita la Mente
Uno de los principales problemas de salud mental es que al hacer siempre lo mismo todo se vuelve monótono y rutinario, por lo que se pierde el interés y pueden aparecer diversos trastornos. El turismo rural hace que la mente trabaje porque tiene que adaptarse a escenarios, sabores, aromas y sensaciones diferentes a los que conoce, ampliando horizontes y ayudando al cerebro a activarse.
