La historia muestra que hubo Reyes en nuestro continente, un ejemplo es la familia reinante en Portugal que se trasladó a Brasil para continuar su existencia tras la invasión de Napoleón. Igualmente los intentos de Iturbide en México, quien se proclamó emperador después de la independencia, tratando de mantener los privilegios basados en la estructura europea. El caso en Panamá, es más modesto.
El Reino de los Naso
Los antecedentes del pueblo Naso surgen en la región norte de Nicaragua, territorio miskito, grupo que para el siglo XVIII ya se había mestizado con negros escapados de un naufragio y que se convirtió en un instrumento de los ingleses para combatir a los españoles en Centroamérica. Las relaciones de poder de los ingleses introdujeron los títulos de capitanes y rey en la región en los grupos indígenas que tal vez no tenían una estructura política definida pero que, aprovechando su declarada enemistad hacia los españoles, les era conveniente generar una estructura que fuera afín a su propio sistema de relaciones de poder. Igual hicieron los españoles entre los indígenas de Panamá.
El pequeño reino de los Naso, cuenta con 5,000 habitantes que viven en una veintena de aldeas en la selva de Bocas de Toro. Es uno de los siete pueblos indígenas que existen hoy en Panamá, a diferencia de las demás etnias, los Naso se organizan desde tiempos inmemoriales en una especie de monarquía asamblearia, liderada por un rey con trono, palacio, corona y cetro. Este pueblo se asienta a orillas del río Teribe, en un territorio de 1.600 kilómetros cuadrados al oeste de Panamá, donde aún no ha llegado ni la luz ni el agua potable y mucho menos los hospitales o la cobertura telefónica.
Un Rey sin Poderes
El rey Naso Reynaldo Alexis Santana, no tiene poderes, ya que todo lo que hace debe consultarlo antes con su pueblo. El rey se apoya para gobernar en un consejo asesor integrado por dirigentes de todas las comunidades, y en las autoridades tradicionales de justicia, que resuelven sencillos problemas del día a día y que han ido eliminando castigos ancestrales.
La dinastía Santana es la que reina desde hace al menos dos siglos. El trono solía pasar de padres a hijos, pero desde hace unos años los propios súbditos son los que escogen al monarca entre los miembros de la familia real que decidan presentarse a las elecciones y los que además tienen la potestad para destituirle. El rey Santana compitió en 2011 contra un primo y un tío.
Monarquía Constitucional y Hereditaria
El reino está bajo una mezcla de monarquía constitucional y hereditaria. El rey es elegido ahora por el pueblo en una votación, pueden postularse hombres y mujeres (como el caso de la reina Rufina), pero deben pertenecer a la familia Santana, la dinastía gobernante, del cual se inició en la primera mitad del Siglo XX. El rey puede ser destituido en el Consejo General del Pueblo, con un quórum de 900 personas, y bajo los cargos de homicidio, traición y otros delitos señalados en las leyes tradicionales.
Economía y Turismo de Los Naso
Los Naso se dedican básicamente a la agricultura de subsistencia y venden el poco excedente que sacan de plátano, yuca y ñame en Chanquinola, la ciudad más cercana al reino. Sin embargo, en los últimos tiempos se están enfocando hacia el turismo en conjunto con la Red de Turismo Indígena ofreciendo “tours” navegando el río Abuela que pasa por el territorio Naso Tjer Di, donde se encuentran dos importantes áreas protegidas de Panamá: el Parque Nacional La Amistad (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) y el Bosque Protector de Palo Seco. El epicentro de esta experiencia turística cultural esta ubicada en la comunidad de Bonyic, a las orillas del Río Teribe.
Los Visitantes pueden compartir con las tradiciones y modos de vida, así como participar de diferentes excursiones y actividades para apreciar la cultura. Además, apreciar los ricos ecosistemas de flora y fauna.
Hoy en día, cada Visitante puede descubrir lo que se puede decir, como la última Monarquía del Continente Americano.
