La población mundial inició este año con un reto sin precedentes, enfrentar un enemigo común: el COVID-19. Conocida como una enfermedad por Coronavirus, causada por el virus SARS-CoV-2, el cual fue detectado en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei en China, a finales de 2019.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró como pandemia el 11 de marzo, por haber traspasado fronteras continentales. En Panamá, el Ministerio de la Salud (MINSA), confirmó el primer caso COVID-19 el lunes 9 de marzo.
Nuestro invitado especial, el Dr. Juan Miguel Pascale, director del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES), dirige los esfuerzos que esta entidad pueda brindar al MINSA, en apoyo a toma de decisiones basada en la evidencia científica ante esta crisis epidemiológica.
Ganador del premio I + D “Excelencia en la Investigación”, en el XVII Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología 2018, docente e investigador destacado en epidemiología en Medicina Tropical, Biología Molecular, Ciencias Biomédicas entre otros, el Dr. Pascale responde a The Visitor/ El Visitante sobre la labor que vienen desarrollando a través del Instituto Gorgas, para comprender el virus SARS-CoV-2, sus variantes, como debemos cuidarnos y aprender a coexistir con el Coronavirus en adelante.
¿Cómo coopera Panamá a nivel internacional a través del Instituto Conmemorativo Gorgas con los estudios que realizan sobre el COVID-19?
“A través de diferentes proyectos y actividades. Por ejemplo, con el Imperial College of London y la Universidad de Oxford, estamos trabajando en estudios de seroprevalencia y modelaje de la infección en Panamá. Con la OPS y otros países, estamos colaborando en estudios clínicos para probar la eficacia de diferentes medicamentos y de plasma hiper-inmune en el tratamiento de los pacientes con COVID-19. A nivel genómico estamos ayudando a varios países de América Central en la secuenciación completa de genomas virales para entender su variabilidad y migración. Con compañías de laboratorio estamos evaluando la eficiencia de los diferentes kits diagnósticos existentes en el mercado nacional e internacional. También con compañías y universidades extranjeras estamos probando – in vitro – la respuesta de medicamentos que pudieran ser efectivos para tratar el SARS-CoV-2”.
¿Qué importancia conlleva los estudios que vienen realizando sobre la secuenciación de más de cuarenta genomas del SARS-CoV 2 en Panamá?
“Actualmente, tenemos más de 100 genomas completos secuenciados y continuamos haciéndolo. La idea es usar la genómica como una herramienta de epidemiología (epidemiología molecular) para la determinación de conglomerados (clusters) de transmisión y su diseminación en el país. Además, el análisis filodinámico nos permite tener una idea de cuándo se originó un conglomerado específico y su origen. Finalmente, el análisis genómico nos ayuda a determinar la presencia de mutaciones que pudieran estar asociadas a áreas específicas, a la menor capacidad de diagnóstico y, posiblemente, a su transición a una variante más o menos severa”.
¿Cómo se proyecta el Instituto Conmemorativo Gorgas Panamá a nivel internacional por sus contribuciones científicas referente a esta pandemia?
“La capacidad de tener el virus aislado y un laboratorio de nivel 3 de Bioseguridad permite el trabajo con organismos altamente infecciosos y letales para evaluar respuesta inmune, probar medicamentos, generar proteínas recombinantes o desarrollar anticuerpos monoclonales contra el virus. La experiencia de los investigadores panameños en múltiples estudios de vacunas, nos hace candidatos a ser uno de los sitios donde se puedan realizar estudios de eficacia y seguridad de probables vacunas futuras. Finalmente, nuestra experiencia de muchos años en virología permite que podamos servir de centro de referencia y entrenamiento de otros países en esta área”.
¿Porqué Panamá tiene la cantidad de casos positivos COVID-19 y cómo está relacionado con el número de pruebas realizadas en el país?
“Porque hacemos muchas pruebas, buscamos los casos positivos activamente en la comunidad y, además, porque hemos tenido múltiples introducciones del virus, al menos de ocho lugares diferentes. Cuatro de Estados Unidos, tres de Europa y una de China. Esta enorme confluencia de personas infectadas se asocia a nuestra posición geográfica ya que somos, un hub internacional para las Américas”.
¿Qué proyecciones tienen sobre el curso del COVID-19? ¿Habrá mutaciones del virus según la región, el clima, razas o edades?
“No creo que ni el clima, raza o edad tenga que ver con la aparición de mutaciones. Seguro veremos mutaciones específicas asociadas a regiones y países que le van a dar una característica distintiva a cada variante del SARS-CoV-2, apareciendo linajes distintos y diferenciados”.
¿Cómo podremos convivir con este virus apenas se levante la cuarentena paulatinamente?
“Eventualmente, nos vamos a volver inmunes al SARS-CoV-2, con o sin vacuna. La humanidad ha sobrevivido a peores pandemias, desde la peste bubónica hasta la Influenza Española. Lo bueno de cada una de estas crisis es que renovamos a la sociedad. Le damos una sacudida temporal a nuestras prioridades, a nuestra forma de vivir superflua, cambia nuestra forma de ver el futuro y nos demuestra que somos frágiles y mortales. Y finalmente, hace que aflore lo mejor y lo peor de lo que somos, o tal vez, lo que realmente somos”.
¿Cuándo podremos realizar turismo nacional e internacional y que medidas debemos tomar para convertirnos en un destino COVID FREE?
“No tengo una bola mágica para predecir el futuro, pero seguro que antes de fin de año. Para convertirnos en un país COVID-19 FREE es necesario demostrar que no hay transmisión comunitaria. Además, debemos implantar controles estrictos para impedir la reintroducción del virus de países que no lo han podido controlar. En otras palabras, tener una población con un alto nivel de inmunidad y con una baja transmisibilidad y bloquear la importación de casos foráneos”.
