Colombia, Costa Rica, Ecuador y Panamá acordaron extender sus áreas marinas protegidas ubicadas en el Pacífico Tropical Oriental y trabajar en conjunto para evitar mayor degradación de los ecosistemas oceánicos en los que habitan especies en peligro de tiburones, mantarrayas y tortugas, según anunciaron el martes en la conferencia climática de Naciones Unidas (COP26) en Glasgow.
Esta iniciativa se empezó a gestar en 2004, cuando los cuatro países crearon el Corredor Marino en el Pacífico Este Tropical (CMAR) por medio de una declaración conjunta que se propuso conservar las islas Galápagos, Gorgona, Malpelo, Coiba y Cocos. Desde entonces, se enfocan en la gestión sostenible de los recursos marinos amenazados por la pesca ilegal, la conservación de los ecosistemas, el turismo responsable y el control de las áreas protegidas.
Lo novedoso, es que cada país amplió recientemente áreas marinas protegidas dentro de esta región del corredor lo cual es vital porque hay organismos que lo utilizan para sus migraciones estacionales. “Ya existe suficiente evidencia científica para demostrar que hay una conexión fuerte, por ejemplo, entre Galápagos y Coco, o Galápagos y Malpelo”, indicó.
Los cuatro países buscan alcanzar la meta de 30X30, que consiste en proteger el 30% de la superficie terrestre y del área marítima para 2030 para enfrentar la crisis climática.
Este gram proyecto se trata acerca del “área protegida marina más grande del hemisferio occidental”, debido a que cada país la está ampliado en “decenas de miles de kilómetros”. En el caso de Colombia se protegerán 16 millones de hectáreas adicionales en zonas marítimas.
En la víspera, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció en la COP26 que la nueva reserva marina en Galápagos comprenderá 60.000 kilómetros cuadrados.
Los presidentes se comprometieron en la nueva declaración a iniciar un proceso encaminado a la creación de una Reserva de la Biosfera Marina comprendida entre las islas Coco, Malpelo, Coiba y Galápagos.
“Es una categoría de manejo de la UNESCO, lo que básicamente no dice necesariamente que es un área protegida, entonces no existe claridad en qué es lo que realmente alcanzaríamos con declarar un área de este tipo de corredor”, indicó Jiménez.
La Corporación Andina de Fomento (CAF) aprobó en este mismo evento una cooperación técnica de un millón de dólares para conservar la biodiversidad en el corredor marino en el que se generan cada año 3.000 millones de dólares “derivados principalmente de la pesca, el turismo y el transporte marítimo”, indicaron en un comunicado.