Inicio Nota Especial Cristo Negro de Portobelo, una Devoción que Trasciende las Fronteras

Cristo Negro de Portobelo, una Devoción que Trasciende las Fronteras

Hace 341 años las olas del océano Atlántico llevaron hasta la playa de San Pedro de La Escucha la pesada imagen de un Cristo de color negro. Hay dos versiones de cómo llegó la imagen a este lugar. La primera asegura que un indio llamado Kichimbanchi descubrió al santo flotando en las aguas y lo arrastró a la orilla. La segunda, y la más conocida, dice que el Cristo era llevado en un barco hacia Colombia o Perú y el mal tiempo obligó a desembarcar en Portobelo. La historia continúa relatando que cada vez que este barco intentaba zarpar, se desataba una tormenta que lo impedía. Al cabo de varios intentos, los españoles encargados de la imagen decidieron dejarla en Portobelo, y desde entonces permanece allí.

El Milagro que se Convirtió en Devoción

Los libros de historia aseguran que simultáneo a la llegada del Cristo Negro a Portobelo se desató una terrible epidemia de viruela, que diezmó fuertemente la población, y motivó que todos los ciudadanos del pueblo le imploraran de rodillas a la imagen del Cristo Negro que los protegiera de este mal. Milagrosamente, la epidemia cesó al día siguiente, y desde ese día todos los 21 de octubre se realiza una multitudinaria procesión en Portobelo.

La fe y devoción, que manifiesta el pueblo panameño hacia la imagen de este Cristo puede ser evidenciada, cada año, cuando, a partir del 15 de octubre, se da inicio a las expresiones devocionales del peregrino que se dirige a Portobelo para rendirle culto a la imagen del Nazareno.

Esta devoción ha trascendido los límites del país. Así lo ha constatado la presencia de algunas personalidades, del ámbito internacional, tales como Ismael Rivera, Celia Cruz, Pete “El Conde” Rodríguez, Cheo Feliciano y Gilberto Santa Rosa, entre otros, quienes han sido testigos de la devoción.

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