Frente al tranquilo pueblo costero de Boca Chica se encuentra uno de los secretos mejor guardados de la provincia de Chiriquí: isla Boca Brava. Este rincón del Pacífico occidental combina naturaleza virgen, playas solitarias y una atmósfera de desconexión que atrae tanto a aventureros como Visitantes que buscan paz frente al mar.
Isla Rodeada de Manglares y Playas de Arena Blanca
A tan solo una hora en carretera desde la ciudad de David y a pocos minutos en lancha desde Boca Chica, Boca Brava se extiende sobre unas 30 hectáreas de bosques tropicales, manglares y playas de arena blanca. Forma parte del Parque Nacional Marino Golfo de Chiriquí, un ecosistema protegido donde la biodiversidad se muestra en su máxima expresión. En esta isla es común escuchar monos aulladores en el bosque, así como observar delfines y tortugas en las aguas cristalinas que rodean la isla. Una experiencia ecoturística única e inolvidable.
Senderos Naturales y Muchas Actividades
La vida aquí transcurre al ritmo de la naturaleza. Los Visitantes pueden recorrer senderos que atraviesan el bosque primario, practicar kayak o “snorkeling” en las aguas que rodean la isla, o simplemente disfrutar de playas casi desiertas como Piedritas y Arena, donde el sonido de las olas y las aves son música para los sentidos. También se pueden realizar tours en lancha hacia islas vecinas como Bolaños, Gámez, Paridas o Saíno, donde abundan los arrecifes coralinos y la fauna marina.
Hospedaje para Todos los Gustos
Los Visitantes que desean hospedarse en Boca Brava pueden elegir y adaptarse a distintos estilos de viajero, desde el encanto rústico de hostales familiares hasta opciones ecológicas con vista al mar. Se encuentran cabañas con amplias terrazas, senderos privados, kayaks, y hasta un restaurante que mezcla cocina local e internacional, todo en armonía con el entorno natural. Quienes prefieren más servicios pueden alojarse a pocos minutos en el pueblo costero de Boca Chica donde hay hoteles boutique y restaurantes, punto ideal para iniciar excursiones por el golfo.
Boca Brava representa una experiencia auténtica en el Pacífico panameño: donde se encuentra un equilibrio entre aventura y tranquilidad. Un destino que invita al Visitante a soltar las preocupaciones cotidianas y permitirle a la naturaleza dictar el ritmo de cada día.
