Min Chen: “Me siento agradecida por haber crecido en Colón y ser inspirada a soñar en grande siempre”

Esta edición enfocada en la Provincia de Colón trae como invitada especial a la fundadora de Wisy, la primera “startup” panameña en expandirse a Silicon Valley y ofrecer sus servicios a nivel mundial.  La primera empresa del mundo en lograr un salto tecnológico al crear inteligencia artificial que trabaja en un dispositivo móvil sin necesidad de una conexión a Internet. Un avance que le ha permitido a Wisy recibir el respaldo de  Nasdaq, Google, SAP, Carnegie Mellon y Stanford University.

Su creatividad e innovación la llevó a estudiar ingeniería en software en la Universidad de Carnegie Mellon en la Ciudad de Pittsburgh, ha recibir el premio U.S. Market Entry de VIAGlobal en Suiza y a la portada de la revista Forbes Centroamérica en el 2022. Logros que la han convertido en la profesional de relevancia global que es hoy en día.

Min Chen, es nuestra invitada especial, una colonense que inspira con sus logros, y quien le dedica en exclusiva un espacio a The Visitor – El Visitante para hablar de su vida en Colón, lo que hace falta para lograr que está región del país alcance el sitial que se merece y lo importante que es para ella ser de esta hermosa provincia.

Usted nació en China, sin embargo, sus padres buscando mejores oportunidades y vinieron a Colón cuando tenía 4 años. ¿Cómo fue para usted la experiencia de crecer en Colón, y qué tan importante fue en su desarrollo personal tanto en la niñez como en la adolescencia? 

“Tuve una buena infancia creciendo en Colón y el buen diseño de la ciudad facilitó mi independencia. Desde la primaria me movía sola por la ciudad porque era fácil de navegar. También tuve la fortuna de crecer en un lugar realmente diverso e inclusivo, lo cual aprecio más a medida que conozco más del mundo. Yo crecí con amigos y compañeros de razas, religiones y culturas diferentes. Para nosotros la diversidad era normal pero ahora me doy cuenta que también fue muy enriquecedora. En Colón también aprendí a soñar en grande, a no limitarse por el contexto porque conocí a muchas personas que a pesar de la adversidad, han logrado grandes cosas a nivel mundial.”

 ¿Cuáles son los lugares que más usted recuerda de Colón cuando vivió ahí, y qué lugares le gusta visitar en la actualidad?

“Pasaba mucho tiempo en Calle 10 porque de un lado estaba mi colegio y en el otro lado estaba la electrónica de mis padres en donde iba a ayudar después de clases. Cuando tenía tiempo libre, visitaba con mis amigas la avenida del Frente o calle 1ra  para estar junto al mar. También jugaba mucho en la barriada que crecí en Puerto Pilón. Con mis vecinas exploramos la barriada, trepamos árboles y montamos bicicleta. Son memorias que me traen nostalgia y alegría a la vez. “

 ¿Qué se puede introducir en Colón para  empezar a desarrollar un programa que ponga al alcance de las personas una educación más enfocada en la tecnología?

“Se debe enseñar a emprender, no solo emprendimientos tecnológicos, sino emprendimiento en general de manera que las personas puedan aprovechar las oportunidades que se les presentan.”

Cómo la provincia puede avanzar hacia adelante por medio de la sociedad civil sin depender tanto del Estado, ya que este último no termina de capitalizar interés en el desarrollo de la provincia. 

“La sociedad civil y la empresa privada de Colón deben organizarse para crear oportunidades de educación y emprendimiento para los colonenses. Si la población prospera, Colón prospera. Hay mucha gente buena y trabajadora en Colón, esos ejemplos deben divulgarse más para inspirar a otras personas.” 

¿Qué significa ser Colonense para usted?

“Para mí ser colonense es ser resiliente, alegre, agradecida e ingeniosa. Amigos, desconocidos y el pueblo de Colón nos recibieron a mí y a mi familia con los brazos abiertos. Nos ayudaron en los momentos más difíciles como cuando recién inmigramos de China a Panamá en donde una familia nos recibió en su casa por meses hasta que pudimos alquilar un apartamento, o como cuando la electrónica de mis padres fue saqueada durante la invasión y los clientes nos llevaron equipos para reparar aún cuando la tienda estaba en ruinas y nos pagaban por adelantado para ayudarnos como negocio y familia, y nuestros vecinos nos compartieron comida cuando había escasez por los saqueos y no había acceso a la ciudad. El colonense es alegre y solidario, y se las ingenia para salir adelante a pesar de las adversidades. Me siento agradecida por haber crecido en Colón y haber sido inspirada a soñar en grande desde siempre.”