La libertad creativa permite alcanzar el máximo potencial dentro de cualquier disciplina. En la gastronomía, se convierte en una fuerza que lleva a la excelencia en sabores y experiencias. Esta es la razón por la que nuestro invitado es un talentoso Chef que desde pequeño, gracias a su padre descubrió el amor por la cocina y el buen comer. Con estudios en Santiago de Chile y una amplia experiencia en San Sebastián, España, el Chef Alfonso de la Espriella fortaleció su creatividad para utilizar productos autóctonos dentro de un entorno sostenible. Después de trabajar en renombrados restaurantes y proyectos de alto nivel encontró la oportunidad de plasmar su real visión de la gastronomía al abrir Casa Escondida junto a su esposa en el sector de San Francisco. Y en esta edición el Chef Alfonso nos comparte la importancia de la experiencia gastronómica en el turismo y lo que es liderar creativamente su propio restaurante.

¿Cómo ves la gastronomía en Panamá hoy en día versus la de hace 10 años atrás?
“La gastronomía tanto en Panamá como en el mundo hoy en día es más abierta de mente. Con menos prejuicios. Siempre va a estar la regla y las bases clásicas pero gracias al acceso y la interconectividad de la internet, la gastronomía es más versátil y atrevida hoy en día. La creatividad de los cocineros ésta volando a mil kilómetros por hora”.
¿Cómo la gastronomía puede ayudar a crear una experiencia turística que muestre mejor la cultura de Panamá? ¿Cómo aporta Casa Escondida a esta experiencia?
“La gastronomía ya de por sí es parte de la cultura de un país, por ende es una parte muy importante de la experiencia turística. Si la experiencia es bien lograda por parte de los restauranteros el turista se va con una marca que le recordará por el resto de su vida la experiencia vivida y el buen sentimiento del momento. En Casa Escondida intentamos que el comensal pase un rato agradable mientras disfruta de una cocina con amor y calor de casa. Trabajamos en cada detalle para transmitir a cada comensal la experiencia de que estas comiendo comida rica y casual en un ambiente hogareño. A la vez brindando un buen servicio y una comida que a nosotros nos gusta describir como sencilla y sabrosa”.

¿Qué significa para ti estar a la cabeza de tu propio restaurante, y qué te ha permitido crear en Casa Escondida?
“El hecho de ahora yo estar al mando de mi propio restaurante me permite a mí una libertad gastronómica y también una independencia más amplia como jefe. Ya que soy dueño de mi tiempo. Eso sí, el negocio demanda mucho de uno, pero la verdad que no lo cambio por nada, no tiene precio. En comparación con los demás trabajos que he tenido como chef, el ser tu propio jefe como ahora es lo mejor que le puede pasar a un cocinero. Toca más sacrificio, pero me ha permitido crear una vida plena y feliz junto a mi familia y mi equipo”.
¿Qué diferencia y similitudes puedes describir entre un comensal local y uno extranjero?
“El comensal de Panamá ya es local. En cambio, el extranjero siendo de afuera viene con ganas de conocer y dejarse llevar más. La mayoría de los locales ya tienen sus platos identificados sin embargo ambos vienen a lo mismo. A pasar un buen rato y a comer bien”.

¿Cuáles son los tres platos más gustados en tu restaurante y por qué?
“Los tres platos más gustados en Casa Escondida son el codillo de cerdo, ceviche de remolacha y el pollo ahumado. Esto se debe a que son platos que no los consigues en ningún otro restaurante, lo que los hace únicos e irrepetibles.”

Fotos cortesía: Chef Alfonso de la Espriella – Casa Escondida






